EMOCIONANTE

Y es que la respuesta de la España rural, campera, esa que raramente levanta la voz pero trabaja todos los días del año, ante una agresión continua que viene de largo y que pretende vaciarla de contenido fue brutal, tranquila y sosegada como son sus protagonistas, pero aplastante y unánime. Estamos aquí y no vamos a permitir que pasen por encima de nosotros.

La guerra de cifras, como siempre pasa en estas ocasiones, no para en los periódicos de hoy citando diferentes fuentes, pero, que más da. El que reciba el informe en su despacho ministerial o monclovita con los datos reales debe tomar nota y pensar que, indiferentemente de los miles arriba o abajo, los votos son millones y que es imposible gobernar España sin contar con nosotros.
Debe calar en el mundo rural esta idea de unión frente a los que pretenden erradicar nuestras raíces, nuestras tradiciones, en definitiva, nuestra forma de vivir, de ganarnos la vida, y votar en conciencia la próxima vez que nos convoquen a las urnas sea en el ámbito que sea. Es mucho lo que nos jugamos ante algunos partidos políticos entregados al loby animalista y urbanita que legisla desde un despacho sin el más mínimo respeto, pretendiendo unificar de forma disciplinada y obediente una sociedad homogénea y calladita con la apisonadora de la legitimidad que, no podemos ignorar, se la damos al introducir el voto en la cajita de cristal.
Y el mensaje tiene que ser claro y unánime, o se contemplan nuestras reclamaciones frente a los diferentes proyectos legislativos en marcha que representan el mayor ataque histórico contra nuestro sector o se acaba la poltrona, las dietas desorbitadas, el coche oficial y el Falcon. Barbaridades como la nueva ley de derechos animales no pueden salir adelante bajo ningún concepto.
Gracias a todos los que asistieron a la manifestación…

¡Fue emoción en estado puro!