Y como no podía ser de otra forma, las pulsaciones se le pusieron a mil a Raúl cuando escucho al guarda de la Reserva Andaluza de caza de Cazorla girandose hacia él.
El día, frío, había sido largo, recechando en busca de lo que ahora tenían a 200 metros. Tan lejos y tan cerca.
Búsqueda de apoyo y disparo rapido. El macho arrea y sale repechando. Dudas, no ha hecho ningún extraño. Tras una dura subida cierto alivió, hay sangre, pero parece que va trasero.
Toca pistear y va largo… ha caminado mucho pero ahí lo tenemos.
¡Enhorabuena Cazador!
Sin duda un rececho inolvidable en una de las Reservas más emblemáticas de España.