“No me traigas con los soldaos”, decía un montero hace años cuando lo que había era el camuflaje de la mili y algunos, especialmente los que cazábamos con arco, lo usábamos a pesar de las risas de otros.



“No me traigas con los soldaos”, decía un montero hace años cuando lo que había era el camuflaje de la mili y algunos, especialmente los que cazábamos con arco, lo usábamos a pesar de las risas de otros.